Es una buena pregunta que nos deberíamos plantear antes de comenzar un espacio de terapia individual, de pareja o familiar.

Debemos tener presente que la terapia es un proceso en el cuál una persona busca ayuda de un terapeuta o de un profesional de la salud mental, para abordar distintas situaciones, conflictos,    psicológicos, emocionales, relacionales y/o conductuales, entre otros.  El principal objetivo del proceso terapéutico es brindar apoyo, contención y acompañar a la persona a construir herramientas para poder afrontar sus conflictos en su vida diaria, trabajando en sus desafíos, potenciando sus fortalezas, para de esta manera, lograr el cuidado de su salud mental de manera integral. 

Es importante tener en cuenta, que el terapeuta podrá utilizar distintas técnicas, o posicionarse desde distintos marcos teóricos, y será competencia del profesional pensar qué abordaje será el mejor para cada persona, en ese momento de su vida. 

El espacio terapéutico tiene que ser seguro y confidencial, y el paciente tiene que lograr sentirse cómodo/a con el profesional, mientras que el terapeuta, a través de la escucha activa, el compromiso, la empatía y los conocimientos técnicos y específicos, ayudará al mismo a ir resolviendo sus conflictos y su malestar. 

Es recomendable acudir a terapia en cualquier momento de tu vida. Sin embargo, lo más frecuente es que una persona asista cuando atraviesa por una crisis de vida o por varias situaciones que le generan malestar, agotando la capacidad de afrontar los conflictos por sus propios medios. En estas ocasiones, la persona puede experimentar sufrimiento, soledad, vacío, desesperación, angustia, ansiedad, estrés, entre otros, impidiendo sentir bienestar en su vida. No obstante, cabe destacar, que la sugerencia es también poder empezar a acudir a terapia, con el objetivo de potenciar las fortalezas que tiene un individuo y como autocuidado de la salud mental.

La duración de una sesión es de mínimo 30 (treinta) minutos a un máximo de 60 (sesenta) minutos aproximadamente, con frecuencia de 1 (una) vez por semana, sin embargo, hay casos que requieren 2 (dos) sesiones por semana, eso se acuerda en conjunto con el terapeuta tratante.

Para elegir un terapeuta, es necesario que completes el formulario de admisión, o que agendes tu primera entrevista de admisión, para conocer tu motivo de consulta, y poder evaluar tu situación. De esa manera, a través de la escucha activa, poder asignarte al profesional que mejor se ajusta a tus necesidades y posee los conocimientos necesarios y específicos para ayudarte. Por eso, te pedimos que seas lo más detallado posible en cuál es tu motivo de consulta, así nos ayudas en el proceso de búsqueda.

• Atención a distancia y desde cualquier lugar donde estés.
• Atención a todas las edades.
• Informes y constancias en línea.
• Atención y abordaje a distintas problemáticas.
• Sistema seguro.